Tarjetas de crédito

Tarjetas de crédito
Tarjetas de crédito

Una tarjeta de crédito es un medio de pago físico que emite una entidad financiera determinada. La principal diferencia con una tarjeta de débito es que el usuario puede pedir dinero prestado a la entidad: es decir, que puede gastar un dinero que no tiene en ese momento, con la condición de que lo devolverá a fin de mes, al principio, o al transcurso de varios meses (dependiendo de las condiciones que se hayan contratado).


Son tarjetas de plástico convencionales que integran una cinta corta magnética para poder utilizarse en TPVs y otros medios de pago. La tarjeta tiene escritos los datos del titular, tales como su nombre y apellido, número de tarjeta, entre otros datos. 


De la misma forma que el dinero en metálico, se puede utilizar para pagar por productos o servicios. La gran ventaja es que no tendremos que pagar con capital líquido y que es un sistema seguro al estar protegido por un código PIN que tan solo debería saber el titular.


En realidad, las tarjetas de crédito son un tipo de financiación a corto plazo: lo más común es que el dinero se tenga que volver a la entidad en los próximos 30 días. Ahora bien, en el caso de que no se cumpla con el plazo de devolución, tendremos que pagar unos intereses muy elevados.


A día de hoy, las tarjetas de crédito no solo se emiten por parte de las entidades financieras, sino que también las pueden expedir tiendas, proveedores de servicios, entre otras.


Requisitos para solicitar una tarjeta de crédito

Cada banco es libre de imponer condiciones lógicas para solicitar una tarjeta de crédito, aunque las más habituales son las que vamos a destallar en las siguientes líneas:

  • Mayoría de edad: lo más normal es que se tenga que haber llegado a la mayoría de edad (18 años) para ser el propietario de una tarjeta de crédito. Pero hay excepciones: es posible encontrar tarjetas de créditos para clientes más jóvenes, aunque sus beneficios serán básicos y requerirán de una persona autorizada que responda por el mismo.

  • Documentación: el banco exigirá una serie de documentos para poder conceder la tarjeta de crédito. Suelen pedirnos el comprobante de la nómina o alguna justificación de que se están percibiendo ingresos. También es posible que se pidan comprobantes como una fotocopia de la declaración de la renta.

  • Historial crediticio positivo: hay que tener presente que el banco está haciendo una inversión en el cliente al que le concede la tarjeta de crédito. A cambio de dejarle usar dinero que no tiene, tendrá que abonar una serie de gastos (aunque no siempre es así). Por ello, se exige que el usuario tenga un buen historial crediticio. En el caso de que sus datos aparezcan en el ASNEF o en el RAI, lo más probable es que la solicitud sea denegada.


Las condiciones que se exigen para solicitar una tarjeta de crédito son más estrictas que los de una tarjeta de débito.


¿Cómo solicitar una tarjeta de crédito?


Tenemos 2 formas de hacerlo:


  • De forma física: esta es la manera más habitual. La idea es ir al banco en el que tenemos la cuenta, revisar la oferta de tarjetas de crédito disponibles, y quedarnos con aquella que cumpla con nuestras pretensiones. La gran ventaja de este sistema es que tendrás delante a un empleado que puede ayudarte a solucionar cualquier duda que tengas.

  • Online: si ya tienes cuenta en la entidad, la mayoría de “Bancas online” nos dan la opción de pedir las tarjetas de crédito a través de esta vía, de igual manera que otros recursos financieros (como es el caso de un préstamo online). 


Este es el proceso que tendremos que seguir para solicitar la tarjeta de crédito:


  1. Revisa la cartera de tarjetas de crédito que te ofrecen en la entidad. Algunas de ellas pueden ofrecerte beneficios más interesantes con base en el tipo de cliente que seas.

  2. No dudes en preguntar todo lo que necesites antes de pedir la tarjeta. No se trata de un simple medio para pagar, y es que una tarjeta de crédito entraña una gran responsabilidad.

  3. Revisa si cumples todos los requisitos (básicamente, si tienes la edad adecuada y si cuentas con unos ingresos mínimos).

  4. El tiempo de concesión de la tarjeta es algo más largo de lo que tardarían en darte una tarjeta de débito convencional, y es que él proceso está sujeto a un estudio de solicitud por parte del banco. Ahora bien, esto no debería tardar más de unos pocos días.

  5. La tarjeta suele llegar a la dirección que has indicado. También te llegará la clave, pero esta a través de otro medio (por ejemplo, puede que tengas que ir a la oficina).


Y así de fácil, tendrás tu tarjeta de crédito. Tan solo tendrás que activarla (y a veces ni hace falta), para empezar a darle uso.


Beneficios de una tarjeta de crédito


Conseguir una tarjeta de crédito es muy interesante debido a la gran cantidad de beneficios que ofrece al portador. Pero estos dependerán tanto del banco, como del tipo de tarjeta con la que cuentes. Estos son algunos de los beneficios más interesantes:


  • No te hará falta tener dinero en metálico: tendrás plena libertad para pagar en cualquier establecimiento, incluso hasta fuera del país, sin tener obligación de llevar dinero encima.

  • Puedes hacer compras online: puedes usar la tarjeta de crédito para comprar por Internet, de la misma manera que lo harías con una tarjeta de débito. Lo único que habrá que hacer es introducir los datos que aparecen en la tarjeta (nombre, apellidos, fecha de caducidad, número y CVC). Además, recibirás un SMS al móvil para completar la transacción.

  • Descuentos: la mayoría de los bancos nos ofrecerán interesantes descuentos y promociones en locales y servicios. Incluso hasta es posible que te devuelvan un cierto % de las compras que hayas hecho con la tarjeta.

  • Fraccionamiento de pagos: otra de las razones para hacerte con una tarjeta de crédito es que suele darle la opción de dividir el pago en varias partes, para que así resulte más asumible pagar lo que tengas en mente. Esto es algo que no se puede hacer con una tarjeta de débito convencional.

  • Puntos: algunas entidades nos ofrecen tarjetas de crédito que nos permiten acumular puntos, basándose en el uso que les vayamos dando. A cambio de los mismos, podremos conseguir productos y servicios a un coste menor, o sin ningún tipo de coste directamente.

  • Fortalecimiento del historial crediticio: no todo el mundo lo sabe, pero lo cierto es que mantener una tarjeta de crédito sin contraer ninguna deuda te ayudará a fortalecer tu historial crediticio, lo que resultará muy práctico a la hora de solicitar un préstamo y elevar las posibilidades de concesión del mismo.


¿Cómo elegir la mejor tarjeta de crédito?


A continuación, vamos a ver algunos consejos que te permitirán elegir la mejor tarjeta de crédito:


  • Comprueba el TAE: estamos hablando de un indicador anual que incluye todos los gastos, intereses y comisiones que se asocian a la tarjeta. Lo más habitual es que el porcentaje oscile entre el 18 y el 20%.

  • Límite de crédito: determina si existe un límite de crédito, y si este es muy alto. Aunque puede parecer interesante decantarse por una tarjeta que tenga el límite muy alto, también estamos hablando de un riesgo considerable, y más si no eres una persona que tenga mucho control. En el momento en el que te hagan los descuentos a fin de mes, te darás cuenta de lo grave que puede ser esto.

  • Extensión del periodo de pago: existen algunas tarjetas que nos suelen conceder más tiempo de pago que los 30 días habituales. Esto es interesante por si queremos financiar algo que cueste bastante dinero.

  • Aceptación: lo más recomendable es que solicitemos tarjetas Visa, MasterCard o American Express, ya que son compatibles con la mayoría de establecimientos de a lo largo de todo el mundo.

  • Comisiones: determina si te van a cobrar alguna comisión por sacar dinero en efectivo y sopesa si te sale a cuentas.


Estas son las claves más habituales que contemplaremos para elegir una buena tarjeta de crédito.